viernes, 30 de mayo de 2008

PARA MIGUEL EN SU QUINCUAGÉSIMO QUINTO CUMPLEAÑOS.

Proceso de amor al descubierto
sin retorno siquiera en infinito.
¡Qué tiempo duradero más hermoso!
Pues aún desde el cercano horizonte
que lejano casi corresponde,
vislumbro aún la felicidad de tenerte.
Dichoso soy con anhelo desolado,
que pretérito curaste las sombras
para presente olvidarlas
y futuro certero de felicidad,
al instante renovada.
Mirarte es observarme.
Escucharte es oirme
y tocarte es mimarme.
No hay luchas pertinentes
ni discusiones de disparates.
No existe a tu lado insomnes
esquinas de desconsuelo,
o luciérnagas sin alas y apagadas.
Pasearte es un placer derramado
que sella el infortunio cotidiano.
Tu existencia me autoriza
a anunciarme como persona,
y con tu grandeza de individuo,
y el amor que nos envuelve,
convertimos los conceptos
en realidades que se tocan.
Caminaremos pues por el resto,
por lo que queda,
que no es poca cosa.
Y reiremos con sonrisas de seda,
que enlazaremos como traje
de este amor, de esta pasión,
de esta manera de vivir
el trayecto infinito y sin equipaje.